jueves, 11 de septiembre de 2014

Sinopsis de la Participación Social en Venezuela



Participación Social en Venezuela

El movimiento popular está allí, vivo, y necesita de quien(es) lo estudie(n), lo fotografíe(n), con el sentido de orientarlo, de darle luz, de avisar el camino…” Ramos, C. 

El Movimiento Popular en Venezuela. Revista SIC Nº 499, 1987. El Movimiento Popular Venezolano (MP) no nace en 1999. Las décadas de los 70 y 80, para mencionar un periodo de tiempo más cercano, fueron momentos de auge y declive de las organizaciones populares y por consecuencia del MP. La década de los 70 bien se podría caracterizar como un periodo de auge considerable de lo organizativo popular.

Muchas organizaciones populares tuvieron su nacimiento y momento estelar en esta época. Sus dinámicas estaban marcadas por la autonomía, las prácticas democráticas y elevados niveles de participación. Sus “programas de luchas” estaban fuertemente impregnados por demandas de carácter reivindicativo, con actividades de intercambio de experiencias y formas de coordinación. En no muy pocos casos se realizaron planteamientos que trascendían lo social-reivindicativo para proponer transformaciones en la formación social venezolana. 
 
A finales de la misma década, el MP se vería seriamente afectado por el modo como las diferentes administraciones del estado manejaron la bonanza petrolera para ese entonces. Las muy variadas demandas de los sectores populares fueron acalladas por una avalancha de recursos financieros quitándole fuerza al conjunto de reivindicaciones y demandas que habían sostenido las diversas organizaciones y actores políticos populares. 

Parte de la renta petrolera fue usada para anular todo tipo disenso y crear consensos socio-político artificial mediante la conciliación populista de intereses por parte de las élites que manejaban al estado. 
 
Desde el plano político se podría mencionar la creación de asociaciones de vecinos que no sólo desplazaron a las organizaciones populares sino también la cooptación por parte de los partidos gobernantes de esas organizaciones más de tipo vecinal y el esfuerzo que se realizó desde los partidos políticos en el poder por ilegitimar otras expresiones organizativas populares. Además de las propias fallas que fueron surgiendo en el propio seno del MP con efectos debilitadores. A lo largo de la década de los 80 lo que era el MP se encontraba en situación de dispersión, debilitamiento, fragmentación.

Se había llegado a una situación de retroceso en las formas organizativas populares. Las posibilidades de constituirse en una alternativa real de bloque contra hegemónico se veían cada vez más alejadas. A ello habría que añadir el creciente descontento de los sectores populares hacia lo político y al retraimiento de la participación en las actividades políticas. Los sucesos producidos en lo que convencionalmente se ha dado llamar el Caracazo, que bien se podría caracterizar como una explosión violenta de los sectores subalternos que no poseían otros modos orgánicos dentro de la institucionalidad estatal para manifestar sus demandas sobre necesidades postergadas. 
 
Todo el tramado institucional del Estado y de la formación social venezolana estaba fuertemente estremecido en su totalidad. La pérdida de consensos sociopolíticos, agotamiento de la democracia de corte liberal (procedimental) y su forma de representación a través de élites políticas centradas en formaciones-organizativas de partidos; apropiación de la renta petrolera por parte de élites colocadas en una situación privilegiada en la órbita de los administradores del Estado. Esta situación que prolongada en el tiempo generó serios problemas como el de la exclusión social progresiva de la población en general, agravándose en sectores sociales específicos.

Todos estos elementos conforma el cuadro general de lo que llamo una crisis orgánica de la formación social venezolana. La década de los 90 marca un punto de inflexión en la historia política nacional. Se inicia el resurgimiento de las organizaciones populares. Un renacer lento, progresivo, superando antiguos vicios, con planteamientos de horizontes políticos distintos ante la pérdida de referentes sistémicos que de alguna manera tuvieron su influencia en el MP. Las movilizaciones populares tienen un incremento significativo, con un fuerte matiz reivindicativo.

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